Una vez llega el cargamento por barco hasta Portugal, la agente encargada de la investigación indica que se queda parado 48 horas. Farhat, el encargado del envío tranquiliza a los miembros "Han estado revisando las alfombras y no han encontrado nada". En ese momento, la Guardia Civil insiste a la policía portuguesa que hay que romper las alfombras.