Un exguardia civil confiesa que mató a su mujer, despiezó su cuerpo y esparció sus restos por la isla en las cercanías de Playa del Inglés, las Palmas de Gran Canaria. Según las palabras de Miguel, el presunto descuartizador, su mujer habría muerto de manera fortuita tras un accidente que habría acabado con su vida.