Iván lleva varios días encadenado a una señal de tráfico frente al juzgado de Marbella con un objetivo claro: recuperar la custodia de sus hijos de 7 y 13 años. El padre lleva sin poder verlos desde el mes de febrero, cuando su exmujer declaró en un juicio que él es adicto a las drogas y al alcohol y que no se involucra en el cuidado de los pequeños.