Sin enseñar el rostro y con un nombre ficticio conocíamos a Ana, una mujer que vive una pesadilla. Todo comenzó en septiembre cuando le deja su coche a un buen amigo de su marido y en el momento que lo intenta recuperar, este hombre le dice que no va a devolver el coche hasta que no comience una relación sentimental con él. Ana se niega y empieza su infierno.