Un policía local está acusado de matar a una anciana para heredar sus bienes y, además de quedarse en su casa, comprarse un coche de alta gama. Según la Fiscalía habría intentado matarla en dos ocasiones, primero provocando un accidente de tráfico y luego empujándola contra las escaleras. El acusado lo niega todo y la familia pide prisión permanente revisable.