Un niño de tres años ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente debido a unas quemaduras de segundo grado provocadas por agua hirviendo. La familia materna del pequeño acusa al padre de haberle tirado el cubo de agua al pequeño por encima y aseguran que no es la primera vez que vuelve de estar con su padre con lesiones. Los progenitores llevan meses separados.