Alexandra tenía las ideas un poco más claras, pero Sebastián Gallego se ha dado cuenta de que Oriana Marzoli regresaba a su silla con el vestido manchado de tinta y han salto todas las alarmas ““Esto es un drama, que alguien me compre otro vestido”. Oriana se ha puesto muy nerviosa y el presentador ha pedido que trajeran leche para limpiar la mancha “la tinta se quita con leche, de toda la vida”.