Cabizbajo y con pesadumbre, Julián Muñoz aseguró que quería que se supiera "la verdad sobre Marbella". Preguntaba entonces Santi Acosta si tenía miedo a la "venganza" que sus palabras pudiesen generar. En ese sentido, Julián respondía que llevaba "20 años cumpliendo condena por cometer delitos" y que le habían "incriminado a todo". Con los ojos llorosos, el exalcalde de Marbella decía entonces que era al pueblo a quien debía pedir perdón.