"Mujer, vida, libertad", fue el grito de protesta que conectó a miles de mujeres en todo el mundo. Se escuchó por primera vez en Irán donde una joven kurda, Mahsa Amini, había sido detenida y asesinada a golpes por la Policía de la moral, acusada de llevar mal puesto en la cabeza el hiyab obligatorio. Hoy se cumple un año de aquella revolución duramente reprimida que se ha saldado con medio millar de muertes.