En Libia, las inundaciones de esta semana han dejado un rastro de al menos 11.000 muertes. La mayoría de los fallecidos han muerto por la destrucción de dos presas sin mantenimiento alguno que no aguantaron la presión del agua. Los equipos de rescate, entre ellos bomberos españoles, creen que no hay esperanzas de encontrar supervivientes tras unas riadas que arrasaron la ciudad de Derna.