Una vez más, Javier Pérez Campos ha traído hasta la nave del misterio una de esas historias de terror japonés que pueden helar la sangre. En esta ocasión se trata de las creaciones de Junji Ito, una obra que cuando Javier se adentró en ella le provocó auténtico terror: “Volví a tener pesadillas, durante días, esas pesadillas que teníamos de niños y que nos hacía temerle a la hora de meterse en la cama”.