Las monjas de Belorado fueron excomulgadas tras la polémica que tuvieron con la Iglesia, institución de la que se alejaron a la par que se acercaron a Pablo de Rojas, fundador de la Pía Unión, su propio grupo religioso y considerado una secta por la Iglesia. Ellas lo tienen claro: ni han sido estafadas por nadie ni se consideran okupas del monasterio.