Carmelo comienza su discurso diciendo que está muy bueno pero sigue tenido complejos porque antes pesaba 155 kilos y se sigue viendo gordo. Antonia se ha dejado tatuar por su hijo y por el aspecto que tiene ahora no encuentra trabajo. Leticia y Marcos son de una empresa de organización de bodas pero han visto cómo sus clientes desaparecían por la imagen que ellos dan. Es una imagen más seria y ahora la gente busca originalidad.