Entre cartones no se puede vivir. En eso coincide la mayoría de los protagonistas de este reportaje que, por diferentes motivos, han acabado viviendo en la calle.Daniel tiene 31 años y duerme todas las noches, desde hace un año, en el interior de un cajero automático de Valencia: "Trabajaba como camarero en la cafetería de un hospital y ahora vivo en la calle con mi mujer y mi hijo de 19 meses", explica.