Abrigos por dos euros, "tinte de Alicante, lo mismo por detrás que por delante", pregona un vendedor.Peladores de patatas milagrosos, -tres a doce euros-, cuadros por unos cientos, vinilos por lo que uno quiera ofrecer... muñecas de segunda mano. En El Rastro de Madrid todo se compra y se vende.