Jaime y Laura tienen una vida envidiable junto a sus dos hijos. Sin embargo, todo cambia en una noche. La policía se lleva detenido a su hijo mayor Efrén, pero se descubre que en realidad fue secuestrado. El matrimonio busca la ayuda de un ex-policía, quien entiende que este caso es más complicado de lo que parece. Todas las personas cercanas a la familia son sospechosos, excepto Laura.