Ege planea un viaje con sus hijas para alejarse de todos y le pide a Zeynep que lo acompañe para cuidar de las niñas, a lo que ella responde con vacilación. Mientras, Ates y Lale parecen encontrar de manera independiente la solución a su padecimiento, aunque Ates se rehúsa a practicar el procedimiento por lo peligroso que puede resultar para Lale y la salud del bebé.