La guerra contra el narcotráfico es una guerra larga, una guerra aparentemente sin fin que muta continuamente. Las redes criminales utilizan todas las debilidades en los puertos, en las playas y en los ríos, mientras sus responsables dirigen las operaciones desde lugares seguros como Dubai. En algunos puntos de Europa la situación empieza a estar fuera de control y muchos expertos y responsables de la lucha contra la droga en España piden más medios para combatir a un enemigo con enorme capacidad económica.