Tras un partido entre menores de 11 años en Granada, la madre de uno de ellos irrumpe en el campo y propina un tortazo al árbitro del partido. Después del guantazo, el hombre se defiende y la empuja. El hijo de esta madre, avergonzado, se acerca con su entrenador e intenta frenarla, hasta que el trabajador del club logra sacarla del campo.