Después de comentar esta problemática social, Bárbara Royo, visiblemente molesta, señalaba: "No lo recomiendo, pero si a mí me ocuparan la casa, yo cometería un delito de coacciones y que me condenase su señoría a pagar la multa. Cambiaba la cerradura, les cortaba la luz y el agua y a la p*** calle".