Baris descubre que Gürkan le ha estado robando dinero y lo pone entre la espada y la pared. Sin embargo, su socio tiene todavía un as bajo la manga. Por otro lado, Cenk planea contarle toda la verdad a Azra sobre la enfermedad que amenaza su vida, pero su esposa sufre un desmayo y tiene que ser ingresada de urgencia en el hospital. Tanto ella como su bebé corren grave peligro.