La doctora acude a casa de Safiye tener una sesión con ella, pero en esta ocasión prueba algo distinto ante el silencio de la madre de Safiye, se decide a hablar con ella. Le hace ver a Hasibe, que su hija y ella son buenas personas, muy parecidas y que ambas se merecen ser felices, llegando a emocionar a las dos. Memduh recibe la buena noticia de que su tumor no es maligno, y para celebrarlo invita a su nieto dar una vuelta en moto.