Ruya y Han tienen una discusión tensa que termina con Ruya marchándose entre lágrimas. Por su parte, Gülben retoma la terapia para que la psicóloga la ayude a canalizar todo lo que está viviendo. Durante la sesión, habla del doloroso pasado que compartió con su madre y comienza a liberar emociones que llevaba reprimidas por años. Al final, todos se conmueven profundamente al ver el gran paso que ha dado Gülben, mientras Han revive los recuerdos de su infancia.