Safiye está enferma, y Naci insiste en cuidarla. Sin embargo, ella se niega, preocupada por la posibilidad de contagiarlo. A pesar de sus reproches, a Naci no le importa y decide quedarse a su lado. Finalmente, le confiesa que desea cuidarla no solo ahora, sino siempre, porque no puede imaginar una vida en la que no esté junto a ella.