Las cosas no parecen haber cambiado mucho en la casa de los Derenoglu. En ausencia de Han, Safiye sigue con sus obsesiones, Gülben sigue siendo su aliada más fiel y el señor Hikmet sigue sobrellevando su enfermedad. Mientras, ya fuera del hospital, Han se decanta por vivir la vida lejos de todos y sin compromisos.