Safiye se siente culpable por el ingreso en el hospital de Naci, su madre ya se lo advirtió, e Inci no hace más que pensar en las amenazas de muerte que le hizo Han. Por suerte, el maestro se recupera, pero su recaída no hace más que complicarlo todo aún más. Han no va a permitir que Safiye salga herida de todo esto y prohibe a Naci volver a ver, pero él tiene otro propósito.