Han no puede ser más directo con Inci. El empresario no tiene tiempo que perder y parece que la joven tampoco. La complicidad entre ambos es más que evidente y las cosas entre ellos siguen adelante. Pero, las mentiras empiezan a hacer mella en la relación entre Inci y su abuelo y Han no está tan libre de sus propios traumas como pueda parecer.