El hijo del boxeador que murió aquel fatídico día encontraría la cinta en la que su padre moría tras un combate contra Kafkas. Todavía más lleno de rabia, ira y dolor, Kerem cogerá un arma e irá a buscar a Firat. Yaman, el antiguo entrenador de Firat, le ofrecerá trabajar en el gimnasio para poder ayudar a su hijo y a él a seguir adelante.