Vasa Jankovic logra huir del país llevándose como rehenes al general Morel y a Sylvia Madsen, cuya identidad como agente de policía sale a la luz, mientras Max Tanner, sin apoyo oficial, busca salvarla y llevar a los culpables ante la justicia. Vasa llega a Bielorrusia y se encuentra con el cibercriminal Leonid Titov, verdadero cerebro del ataque, quien revela sus auténticas intenciones y explica a los rehenes por qué fueron llevados allí. Con la ayuda de Leclair, jefe de las operaciones secretas de la UE, Tanner consigue seguir el rastro de los atacantes y, escoltado por mercenarios a través de la frontera, emprende una arriesgada misión de rescate en solitario.