Anna debe empezar a ir a la escuela, pero allí se enfrenta a la crueldad y el desprecio de los demás. También conoce a Diana y a Gustav, el chico favorito de todas las niñas. La escuela no es lo que Anna esperaba, y para animarla, María la lleva a visitar a Diana, con la que jura amistad eterna. Además, Anna se da cuenta de lo encantadora que es María en comparación con la frialdad que experimentó en la escuela.